martes, 21 de agosto de 2012

“Ser gay y ser papá, sobran motivos para festejar”


Una interesante entrevista de Lautaro Bustos Suárez en AG Magazine.info:
“Ser papá y gay en estos tiempos implica en gran medida ser pionero y sentar las bases culturalmente hablando, para las nuevas generaciones de padres” afirma Adrián Barreiro, psicólogo, especializado en familias homoparentales.
Festejar el día del padre para AG Magazine es pensar en las muchas formas en las que los varones gay podemos vivir una paternidad, y sobre todo disfrutar de la idea -y la concreción- de ser papás y gays.
Nadie nace sabiendo ser padre, ni los heteros ni los gays, pero como dice Barreiro, “para las personas heterosexuales la posibilidad de remitirse a los modelos de familia heteronormativos podría pensarse como un hecho dado, casi inconciente”.
Tal vez, para nosotros, conocer historias de vida de otros igual (o diferentes) nos ayude a pensarnos siendo papás. Javier Fuentes vive en Ciudad de Buenos Aires en el barrio de Monserrat en un departamento luminoso y amplio. Hace casi tres años que decidió dejar la ocupación que venía desarrollando como implementador de sistemas y dedicarse plenamente a algo que le fascina y que según él, le cambió la vida: La Fotografía. “Hoy formamos el estudio de fotografías Fuentes2Fernández junto a Nico, mi pareja y socio en este sueño”.
Javier y Juli, padre e hijo: dos tipos audaces.
¿Cómo solés festejás el día del padre?
Javier Fuentes: Te puedo contar algunos de los festejos pasados… Asomar la nariz de entre las sábanas y encontrar un café con leche humeante, olor a tostadas en la habitación, un chiquito que miraba con ojos gigantes detrás de la bandeja, un “feliz día”, un abrazo… Han ido pasando los años, cambiando un poco los paisajes, y creciendo el tamaño de los brazos que ahora me abrazan, pero la ceremonia se repite más o menos de la misma manera. Después el abrazo se vuelve a repetir con mi viejo, cuñados, amigos y otros padres…
¿Como se compone tu familia?
JF: Son varios círculos los que componen mi familia hoy: Julián, mi hijo, y Nico, mi pareja, como vínculos cotidianos y directos (sin olvidar a Jude y Olivia, dos personajes gatunos que conviven y administran la casa). Inés, la mamá de Juli y pilar importante en mi vida, mi hermana con la que ahora convivimos. Mis otros dos hermanos que me llenaron de sobrinos maravillosos, mis padres. Ada y Mariel… familia del corazón y adoptada como propia.
¿Cuál es el mejor regalo que podés recibir en tu día?
JF: Hoy caminábamos por la calle Corrientes volviendo a casa con bastante frío y frente a la chocolatería que esta llegando a Paraná, Juli se frenó frente a la vidriera y decidió que unas barras de chocolate artesanal serían el mejor regalo. Lo disfrutamos mientras seguimos nuestra ruta, recorriendo librerías. Tenía razón.
Javier y Juli de niño.
¿Cómo te sentís siendo papá y gay?
JF: Es un dato anecdótico, un rasgo más de mi personalidad. Ni el único, ni el más importante. No es un facilitador ni un impedimento. Cuando Juli tenía 3 años me separé de la mamá. Un proceso interno que fue bastante complejo me llevó a decidir afrontar mi identidad sexual e intentar vivirla en total plenitud. Fue un punto de partida para poder lograr la aceptación. En ese momento fue complejo la coexistencia de ese proceso personal con el título de Padre. Miedos propios y ajenos que uno debe afrontar para poder pararse en el presente y elegirse a sí mismo, y desde ese lugar poder compartir lo mejor de uno con el resto. Tomar el futuro como desafío y saber que desde lo que queda por crear y construir uno tiene las herramientas y el poder para que las cosas sean de la mejor manera. Ser padre de Juli fue sin lugar a dudas uno de los hechos más hermosos y honrosos que me ocurrieron en la vida. Fueron el motor y el impulso, y lo siguen siendo aún.
¿Cómo fue tu trayecto de vida en el que decidís ser papá y cómo se conjuga con una identidad sexual diferente?
JF: En mi caso personal, ser papá fue parte de un proceso en el que no sé si fui (fuimos) tan conscientes de la decisión. Una mañana nos encontramos frente al espejo del baño donde estaba apoyado el test que me estaba avisando que las cosas iban a ser muy distintas de ahí en más. No hubo planificación, fue parte de un ciclo natural que ocurrió. Cuando decidimos seguir por caminos distintos y yo afrontar mi identidad sexual aparecieron muchos miedos, temores propios ante lo desconocido, ante muchos años de represión interna. Tuve el honor de contar con alguien que supo entender y acompañar desde su lugar de madre y dar el espacio necesario para que el vínculo fuera sano y hermoso. En ese momento sentí que perdía algunas cosas que me dolieron mucho. La vida cotidiana, el despertar de todos los días, pero fue algo que aprendimos a generar desde un lugar diferente. Desde el amor, siempre. Pero como te decía al principio, si te das cuenta con este relato, creo que estas mismas palabras podrían ser las de cualquier padre o madre que tiene que alejarse de su hijo por una separación o divorcio. No siento que la identidad sexual tenga que ser un factor diferencial en el trato con los hijos. Hace algo más de dos años Juli me lo confirmó cuando yo inicié una conversación con él. Una charla que sentía que tenía que tener para que nuestro lazo sea todo lo franco y directo que creo tiene que ser.. En el medio de mi discurso el me interrumpió y me dijo: “Papi, ya lo sé… siempre lo supe y eso nunca cambió nada para mi. Sos mi papá y te quiero así como sos”. Ahí entendí tantas cosas, pero sobre todo me di cuenta que de nada sirven las planificaciones y las preocupaciones, que hay que disfrutar y vivir el presente, ser auténtico y aceptar la vida y trabajar desde la satisfacción y la alegría.
¿Cómo ves el panorama actual respecto a las paternidades de hombres gays? Qué cosas considerás que tendrían que modificarse.
JF: La sociedad está en un proceso de cambios maravilloso. Con todas las idas y venidas de nuestro presente, estamos ante una oportunidad única: los cambios más grandes promovidos por el colectivo LGBTI a nivel nacional ya son un hecho. Creo que el desafío más grande es de aquí en más afianzar este proceso de reconocimiento de derechos, dar visibilidad a la diversidad de familias que hoy componen nuestra sociedad y correr el tema de la sexualidad de los padres e hijos como algo determinante. En definitiva el amor es el mismo, el vínculo, los lazos, los afectos son los mismos. Terminar de hacer ver a toda la comunidad lo que tan bien supo decir Osvaldo Bazán en su libro: que la homosexualidad al final, no es nada. Se puede ser tan buen o mal padre o madre siendo hetero, bi, lesbiana, gay o trans. Se puede ser tan buen o mal ser humano siendo hetero, bi, lesbiana, gay o trans. Creo que el día que podamos dejar de marcar la diferencia, eliminemos los rótulos y todos tengamos los mismos derechos, será el día en que estemos realmente frente a la igualdad plena.
Palabras clave: dia del padre, diversidad, Familia, gay, padre gay, Papa
Acerca de Lautaro Bustos Suárez
Comunicador Social, Coach, Periodista en AG Magazine Info y Jefe de Redacción y Contenidos en revista Actitud Diversa.

jueves, 16 de agosto de 2012

Ataques homófobos contra una iglesia luterana inclusiva estadounidense.


Un grupo anónimo destruyó el pasado fin de semana una ventana de la Iglesia Luterana Gustavus Adolphus de Saint Paul, en Minnesota, una iglesia GLTB. El grupo rompió la ventana con una pelota de golf en la que escribieron mensajes homófobos dirigidos al pastor abiertamente homosexual Rev. Bradley Schmeling (en la fotografía y de izda a derecha: Rev. Bradley Schmeling, Rev. Anita C. Hill, The Rev. Paul Erickson), el cual lleva a cabo su labor en la iglesia norteamericana que ha sufrido el ataque. Los mensajes también iban en contra de las relaciones homosexuales.
“Es una noticia inquietante y muy decepcionante, sorprendente que haya ocurrido”, han manifestado desde la Iglesia Luterana en relación con el altercado sucedido en la organización religiosa.
La organización Reconciling Works, quien trabaja en Estados Unidos para conseguir la participación de las minorías sexuales en el ámbito religioso, se ha sumado a las condenas que ha recibido el altercado.
El reverendo Bradley Schmeling, que en su momento fue relevado de sus funciones por mantener una relación homosexual con un compañero, fue reintegrado al frente de su parroquia. En 2007, Schmeling se vio obligado a abandonar su puesto como pastor de la congregación luterana de Saint John, en Atlanta (Georgia), por mantener una relación con otro reverendo, Darin Easler. La congregación votó entonces que Schmeling permaneciera en su seno, aunque no estuviera al frente de la misma. Su vuelta no fue sino la primera consecuencia práctica de la modificación de los estatutos de la Iglesia Luterana Evangélica de América (ELCA)  por la que las personas que mantengan una relación estable con alguien de su mismo sexo sí pueden ejercer como pastores ordenados. También se readmitirá a aquellos expulsados anteriormente por revelar su homosexualidad o por oficiar uniones entre parejas homosexuales. Schmeling, de esta forma, volvió al frente de su parroquia. También Easler, que llevaba varios años fuera de la lista de candidatos a dirigir una congregación, podía optar a hacerlo.
La Iglesia Luterana Evangélica de América es la mayor denominación (o confesión) luterana de Estados Unidos, con más de 4.600.000 miembros bautizados. Y cuenta con página en español.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Más de la mitad de los franceses, a favor del matrimonio gay


El 53% del país apoya que los homosexuales puedan adoptar

Seis de cada diez franceses son partidarios de que las parejas homosexuales tengan el derecho a casarse en Francia, revela un sondeo difundido hoy por el instituto demoscópico Ifop, según el cual el apoyo a que puedan adoptar ha bajado al 53%.
En un momento en el que bajo la presidencia de François Hollande el Gobierno socialista se plantea "avanzar" legalmente en los derechos de este colectivo, la encuesta muestra que aunque la mayoría de la población los respalda, la progresión experimentada en el último año sobre ambas prerrogativas no ha corrido pareja.
Así, mientras la postura a favor del matrimonio gay ha aumentado dos puntos respecto al año pasado, hasta el 65%, la opinión sobre la adopción ha caído cinco puntos porcentuales.
En consonancia con la movilización emprendida en Francia estos días por la Iglesia Católica, abiertamente contraria, los católicos continúan siendo el colectivo más reacio: solo el 45% se muestra favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo y un 36% a favor de que estas adopten.
El sondeo, realizado la semana pasada entre 2.000 personas, revela asimismo que el sentir sobre ambos derechos cambia en función de la edad, y mientras el 79% de los menores de 35 años apoyan las bodas gays, solo el 44% de los mayores de 65 comparten esa postura.
El sondeo añade que tanto el matrimonio homosexual como la posibilidad de adoptar despiertan más simpatías entre las mujeres, que apoyan esos derechos en un 67% y 59%, respectivamente, mientras que entre los hombres, esos porcentajes bajan al 61% y al 47%, respectivamente.
Pese a ello, las mayores diferencias continúan siendo políticas: frente al 81% de los simpatizantes de izquierda a favor del matrimonio homosexual, solo apoyan ese tipo de enlaces el 45% de quienes dicen ser de derechas.
La encuesta deja igualmente un dato curioso: el 57% de quienes votaron en la primera ronda de las pasadas presidenciales al ultraderechista Frente Nacional aseguran respaldar el matrimonio gay, trece puntos más que quienes dieron su voto al conservador UMP, el partido del expresidente Nicolas Sarkozy. (RD/EFE

sábado, 11 de agosto de 2012

Un padre homófobo se despide de su hijo…

La aceptación de los gays no es nada fácil para mucha gente. Uno de los momentos más duros es el de contarlo a los padres, que aunque en principio tendrían que ser los más dispuestos a entender a sus hijos ya sabemos que no siempre es así. Ahora, un caso particular de homofobia paterna ha recorrido Internet después de aparecer un documento escaneado en la popular red social Reddit. Se trata de una carta que muestra a un progenitor duro que repudia totalmente a su hijo por ser gay. Un caso extremo que ya se ha llevado muchas críticas en la Red, donde se ha convertido en un fenómeno virtual.
Se escribió hace cinco años, pero es ahora cuando, la carta ha visto la luz y está causando un gran impacto. James, el hijo, la ha publicado ahora aprovechando el debate existente en Estados Unidos en relación al matrimonio igualitario. Con esta carta, en la que su padre se despide de él por ser gay, pretende dar otro punto de vista a la polémica.
Este es el texto en español de la carta, que podéis leer en su idioma original en la imagen:
“James: esta es una carta difícil pero necesaria.
Espero que tu llamada no haya sido para recibir mi bendición por tu estilo de vida depravado. Tengo buenos recuerdos del tiempo que pasamos juntos, pero todo eso quedó en el pasado.
No esperes conversar conmigo. No habrá comunicación en absoluto. No te iré a visitar, ni yo te quiero en mi casa. Tú hiciste tu elección, aunque pueda ser la incorrecta. Dios no tenía la intención de ese estilo de vida antinatural. Si decides no asistir a mi funeral, mi familia y amigos lo van a entender. Pasa un buen cumpleaños y una buena vida. Cualquier intercambio de regalos no será aceptado.
Adiós, papá.”.
Un testimonio tremendo que, por desgracia, sonará a más de un@…

“Católico y homosexual, quiero vivir mi fe y mi diferencia”.



Para vivir por fin a plena luz, Jean-Michel Dunand escogió escribir y contar su itinerario . Hoy, animador en pastoral en un gran liceo católico de Montpellier, ha pasado ” de la vergüenza a la luz

 Sintió muy joven que no era “igual a los otros”. ¿Cuándo y cómo descubrió su homosexualidad?
He sido muy precoz, tan lejano en la medida que puedo recordar, sensible al cuerpo de los hombres. Tenía seis años cuando, yendo con mis padres a la feria, descubrí que la belleza de estos cuerpos masculinos me fascinaban. Verdaderamente no comprendía y pensaba ser único en el mundo experimentando esto. En mi  pequeña ciudad natal saboyana de Albertville, no tenía ningún modelo homosexual con el cual identificarme. En las comidas familiares, se evocaba de cuando en cuando a un primo, de más de diez años, desterrado en otra ciudad y que, se decía, tenía ” costumbres  aparte “, pero yo no sabía que él y yo compartíamos posiblemente la misma experiencia.
No se escoge, escríba, el ser homosexual, no más que ser heterosexual. ¿ No es pues producto  de la libertad?
Me ha hecho falta tiempo para comprender que no había elegido, que no podía cambiar. Mi homosexualidad se me impuso de la misma manera que mi talla o mi físico.  Jamás he sido afeminado, justo  refinado pero cuando jugaba, era natural para mí  disfrazarme de chica.  Atraído por la vida religiosa, me imaginaba carmelita tras los pasos  de Teresa. Pensaba: “ si te convirtieras en una mujer, todo volvería al orden . “ No afirmo que la homosexualidad es innata sino que se inscribe en la singularidad de una historia. Sin embargo, en los espíritus y las iglesias, todavía se arrastra la idea de que se puede cambiar, que es una cuestión de voluntad… ¿ Pero quién voluntariamente desearía exponerse a la diferencia?
Yo no decía nada pero los otros chicos me adivinaban, no me gustaba el deporte, el fútbol, los juegos violentos. Disimulaba sin interrupción, con el miedo a ser descubierto un día. Más tarde, pensé a menudo que si los homosexuales se reconocen entre ellos, es porque se sabe leer en la mirada del otro este cansancio de tener perpetuamente que esconder quién se es. Y luego, está ese día, en 5º, cuando, llegando tarde, debí adelantar toda la fila y hacer frente a los insultos, “pédé “, “marica”… Viví la experiencia de la vergüenza, la que te empareda viviendo en una tumba.
Y luego, esta otra llamada, la de una vida religiosa…
Sí, a los 8-9 años, fui como alcanzado por  Cristo, lloré delante de la Pasión de Jesús leyendo una vida de santo ofrecido por un catequista. Más tarde, a la edad de  14, sólo en la iglesia abacial de Tamié, experimenté una presencia de amor, una paz profunda. Secretamente guardé este encuentro en el fondo de mí y, al mismo tiempo, me construí un personaje, el del pequeño cristiano perfecto, el futuro sacerdote que ayudaba en misa, inspiraba confianza al cura y enarbolaba una gran cruz de madera muy visible. Era más fácil ser el pequeño santo en ciernes que el pequeño homosexual. Prefería que me burlaran por mi fe que por mi homosexualidad. Yo mismo levanté, con la religión, una muralla a mi alrededor para protegerme de la mirada de  los otros y sobre todo de mí mismo, de mis propios vagabundeos…
Son las páginas más terribles de su libro. Cuenta cómo, a la edad de 14 años, en Lourdes, aceptó los tocamientos de un desconocido. La sexualidad sin el amor, afirmas…
Ese día allí, el suelo se abrió bajo mis pies. Me sentía sucio pero descubría también que había sido atraído. Entre los 18 y 25 años, viví un verdadero descuartizamiento , una doble vida, era Dr. Jekyll y Mr Hyde. De un lado, el convento de los carmelitas, en los grupos de oración y de evangelización, luego el seminario por algunos años, me presentaba en modelo de la fe, vestido de blanco con una gran capa negra, sandalias a los pies… Del otro, encontraba a hombres de prisa y corriendo. Me negaba a instalarme en una relación cualquiera. Me decía que era menos grave así, que era mi fragilidad y que a base de oraciones, de confesión,  de vida sacramental, iba a salir de allí. Las raras veces en que me confié, me hablaron de “resbalón“. Que  iba a curárme por la oración de liberación. En este período, sólo  Cristo no me soltó.
¿ Que habría querido oír en ese momento?
Con la distancia, de 46 años, creo que me habría gustado ser oído en profundidad. Qué se me reenvíase la realidad para no huir más sino descubrir mi más profunda humanidad, mi afectividad, mi sexualidad en lugar de enterrar todo esto bajo una pseudoespiritualidad. Después de haber escuchado mucho, compruebo que no es raro que las personas homosexuales empiecen sus relaciones en lugares glaucos. Posiblemente porque se prohibe vivir el amor y la ternura a plena luz.
¿Qué es lo que le ayudó?
Se había intentado curarme, hasta exorcizarme, se me iba a internarme para una cura de sueño. Iba de mal en peor, pensaba en el suicidio. Y me dije ” ¡ ya basta! “. Es la amistad entonces la que me ayudó. La de Patrick, un amigo, que me abrió otro camino. Comencé un trabajo de agente de serviciohospitalario que me permitió reanudar con una vida normal, una justa estima de mí mismo, y vivir mi homosexualidad más de verdad. Encontré el amor también y vivo ahora una relación estable desde hace veinte años. Por fin, confiaron en mí. Así soy animador en pastoral, en una escuela católica, pronto desde hace dieciseis años gracias a la confianza que me hizo, con todo conocimiento de causa, un jefe de establecimiento.
¿Que pide hoy a la Iglesia?
No reivindico nada, si no es el derecho a vivir sin ser amputado de una parte de mí mismo. Como católico, quiero poder vivir mi fe y mi camino de apertura en la sexualidad y la ternura compartida con una persona del mismo sexo. No soy un militante que saca el estandarte de la causa gay. Pero no puedo tampoco adherirme a estas certezas según las cuales ” la homosexualidad está contra naturaleza y fuera del plan de Dios “. Esto conduce a un callejón sin salida. Si reivindico algo, es un cambio y una humildad de mirada. Con las personas “ homosensibles “ – prefiero hablar así porque esto no nos reduce a la sexualidad – estmos a menudo frente a trayectos fracturados, vidas accidentadas. Pero también de verdaderas sensibilidades con relación al arte, a la belleza, a la espiritualidad. Mire al número de homosexuales entre los grandes artistas, los creadores de moda… Son en todo caso vidas singulares  que no  pueden juzgarse sin conocerlas, ni explorando en su intimidad. ¿Frente a la mujer adúltera en el evangelio, que hace Jesús? No la interroga sino que desplaza las miradas, poniéndose en cuclillas para escribir sobre el suelo; desplaza también a los mismos acusadores, porque todos ellos se van cuando los reenvíaa  su propio pecado. No encerremos a las personas en nuestras normas y nuestras miradas intransigentes.
Ha creado en el año 2000, en relación  con monasterios, la Comunión Béthanie, al servicio de las personas homosensibles y transgéneross.
Sí, es una comunión contemplativa. Nos encontramos dos veces por año para un retiro en un monasterio, a veces en la abadía de Tamié. Pero estamos, cada día, en unión de oración a través de un pequeño oficio compuesto de salmos, Bienaventuranzas y una oración de intercesión, como un trazo de unión entre nosotros. Más allá del círculo de comprometidos, hay amigos también que ruegan cada jueves por nuestras intenciones, padres de niños homosexuales, contemplativos como el Carmelo de Mazille, incluso obispos que se nos unen en esta fraternidad espiritual. Nuestro objetivo es hacer evolucionar las miradas, de poner también gestos simbólicos como, por ejemplo en el momento de los gay prides, proponiendo una oración en las iglesias para llevar espiritualmente el progreso de las personas homosensibles. Creo que la evolución de los cristianos con respecto a los homosexuales se hará por la oración. ¡ El militance da miedo, no los monjes! Invitando a la oración, llamamos pacíficamente a acoger esta mirada del Cristo que descoloca. La Iglesia necesita en este tema una cura de silencio. No le pido reconocer la homosexualidad con el mismo tratamiento que la heterosexualidad sino mirar a las personas y favorecer instancias de encuentro y de escucha.
 ¿ Qúe mensaje desea transmitir a los cristianos?
Antes de arriesgar una palabra, tómese un tiempo para escuchar a las personas homosexuales. Antes de discutir sobre ideas, conozca las vidas. Es el poder hablar y  ser oído lo que personalmente me ha salvado. En el marco de mi oficio, permanezco discreto en mi vida personal pero sé que recibí la confianza de mi obispo, de mi director diocesano, de mi jefe de establecimiento, soy  claro con ellos. Es Freud quien decía: ” ¡ cuando alguien habla, es de día! “ Es quizá justamente por que sea de día por lo que escribí y publiqué este libro *
* Libre. De la honte à la lumière (Presses de la Renaissance)

jueves, 2 de agosto de 2012

Bernard Lynch, sacerdote irlandés homosexual revela estar unido legalmente a su pareja.


El padre Bernard Lynch es un sacerdote católico homosexual que trabaja con gente portadora del virus del SIDA en Londres.
Lynch le dijo a la BBC cuál ha sido su experiencia como sacerdote y cuál es su opinión sobre las nuevas directrices del Vaticano.
Un sacerdote irlandés residente en Londres ha revelado que está unido legalmente con su pareja  y que ha “presidido” muchas otras uniones homosexuales.
En su nuevo libro “If it Wasn’t Love: Sex, Death and God”, el P. Bernard Lynch explica su lucha por los derechos de los homosexuales y su convencimiento de que la Jerarquía católica les oprime. El sacerdote fue expulsado de su congregación religiosa -Sociedad de Misioneros Africanos- y ahora espera recibir nuevas sanciones canónicas.
El P. Lynch, originario de Irlanda, ha sido muy crítico con la Iglesia Católica en los últimos años. En el 2010 se unió a Richard Dawkings en su evento “Protesta contra el Papa“, organizado para oponerse a la visita de Benedicto XVI a Gran Bretaña.
Lynch fue acusado de abusos sexuales en los años 90, cuando estaba en Nueva York. Los cargos contra él fueron retirados cuando su acusador se retractó de su testimonio, lo cual parecería demostrar  que todo había sido instigado por sus críticos.
En una entrevista con la BBC en 2005, el padre Bernard Lynch, sacerdote homosexual de la iglesia católica, ocupado en cuerpo y alma en la ayuda a enfermos de SIDA,  expueso sus nada gratos avatares dentro de la institución apostólica y romana. Miembro de la comunidad Misiones Africanas, que le ha protegido de los dictados de Roma, considera que la postura del Vaticano ante la homosexualidad está animando a la deshonestidad con el individuo. Si no te aceptas tal y como Dios te ha creado -mantiene Lynch-, ¿de qué forma puedes ser honesto con la iglesia a la que sirves? Las nuevas directrices acordadas para ingresar en los seminarios asegura que causarán una gran disidencia psicológica que no sólo destruirá al individuo creyente, sino también a la iglesia.¿Qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma.
 ”Por supuesto que lo he pasado mal como homosexual dentro de la Iglesia Católica”
Pero las órdenes religiosas más grandes, como la de los dominicos o la de los franciscanos, han protegido por mucho tiempo a sus miembros contra Roma y la mía -las Misiones Africanas- han hecho lo mismo por mí.
He sido muy activo en el tema de la homosexualidad y la iglesia por 30 años. Siempre hemos pensado que las cosas irían a peor, antes que mejor (y las cosas han ido a peor).
Estas directrices representan un extraordinario paso atrás, porque hacen que la gente se distancia por su homosexualidad. Con esto estás animando a la deshonestidad con el individuo.
Si no te aceptas tal y como Dios te ha creado, entonces, ¿de qué forma puedes ser honesto con la iglesia a la que sirves?
Es por esto que creo que estas medidas lo que causarán es una gran disidencia psicológica que no sólo destruirá al individuo, sino también a la iglesia.
Inevitablemente hará que mucha gente joven -cuya integridad sexual es importante- decida no enrolarse en los seminarios. Y al mismo tiempo atraerá a mucha gente que no es lo suficientemente madura como para aceptarse.
Por un lado se trata de justicia social. Pero también se trata de servir a la sociedad.
Entonces, ¿qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma.
Qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma
El Papa es visto como la autoridad máxima moral. Su influencia llega hasta a aquellos que no son creyentes, por lo que cuando se hacen este tipo de declaraciones afecta en todos los niveles.
Hace que aumenten las intimidaciones en las escuelas o que golpeen al gay en las calles.
Lo peor de todo es que este documento fue elaborado como una respuesta al escándalo de pedofilia en Estados Unidos, cuando no hay ninguna conexión entre las dos cosas.
Es cierto, tu podrás decir que si no nos gusta que lo dejemos. Durante siglos, la iglesia ha echado a mucha gente: a los judíos, a las mujeres. Pero las personas que pertenecen a una organización tienen el deber moral de desafiar a lo que ellos creen que es injusto.
Pero estos son tiempos difíciles. Ha habido un viraje hacia la dialéctica fundamentalista. En una época de incertidumbre, de relativismo, la iglesia ha intentado subir el puente para decirle al mundo que tiene la verdad.
Pero lo bueno y lo malo no siempre es lo bueno y lo malo. La iglesia tiene que cambiar, tiene que humanizarse. Y en estos momentos, no veo que eso pase.